1. La lectura es el principal medio de desarrollo del lenguaje de desarrollo del lenguaje La práctica constante de la lectura permite al lector acumular un vocabulario en permanente expansión. Palabras que fueron coloquiales en una época y luego cayeron en desuso, son revividas en el libro. Pocas personas no relacionadas con la viticultura conocen la palabra “lagar”, título de una obra de Gabriela Mistral, donde adquiere nuevos significados al extenderse sus sentidos a nuevos ámbitos. Desde pequeños, cuando los niños leen cuentos u otros textos narrativos, ellos no sólo expanden su vocabulario, sino también aprenden, progresivamente, la sintaxis propia del lenguaje escrito. A menudo, los niños muestran este conocimiento cuando “hablan como libro” o cuando inventan sus propios cuentos. Esta última acción es, especialmente, la que más refleja la influencia de las narraciones infantiles sobre la creciente competencia lingüística de los niños. 2. La lectura es un factor determinante del éxito o fracaso escolar Cuando los alumnos se convierten en lectores independientes, su familiarización con los textos impresos no sólo enriquece su vocabulario y estructuras gramaticales, sino que también aumenta su competencia ortográfica. Las palabras dichas o escuchadas tienen múltiples identidades semánticas, gustativas, olfativas, visuales, pero carecen de identidad gráfica y ortográfica. El escuchar la palabra “manzana” puede despertar asociaciones tales como “puré de manzana”, “manzana verde” o “la manzana de Blanca Nieves”; también puede dibujarse la palabra, pero para escribirla con z, es indispensable haberla visualizado en su forma manuscrita o impresa. Dado que la ortografía no es lógica sino histórica, y que su identidad gráfica y ortográfica no aparecen en su forma oral, se requiere ser un buen lector para dominarla. En la medida que los estudiantes van ascendiendo de nivel, los contenidos temáticos de las distintas áreas de estudio aumentan en variedad y cantidad, de manera que ellos no pueden ser trasmitidos sólo oralmente por el profesor, ni retenidos en la memoria de largo término, con sólo escucharlos o visualizarlos en un video. Así, progresivamente, la lectura se va convirtiendo en la principal fuente de información para el estudiante interesado en procesarla en profundidad. A diferencia de la lectura literaria, destinada especialmente a disfrutarla durante el tiempo libre, el real aprendizaje de los contenidos informativos va dependiendo del volumen de lectura realizado por el estudiante y de su procesamiento pausado y paciente, a través de activar sus conocimientos previos, leer y releer con detención, subrayar las ideas y detalles relevantes, hacer resúmenes, esquemas u organizadores gráfico del texto, consultar notas, detenerse a pensar.
3. La lectura expande la memoria
humana
Indudablemente, sólo cuando las palabras se trasladaron desde el exclusivo mundo del sonido a un sistema alfabético, se hizo posible la ampliación de la memoria humana. En la oralidad, ella está limitada por el número de ítemes que es capaz de procesar la memoria inmediata, número limitado a siete, más o menos dos, sean palabras o bloques de información. Así, sólo el lenguaje escrito/impreso, al permitir el registro y recuperación de la información, expandió la memoria humana a un límite jamás soñado. Gracias a la escritura, el discurso se hace autónomo; es decir, se libra de su contexto vivencial. Su condición espacial, estable y secuenciada de la palabra, iniciada por la escritura manuscrita, luego intensificada por la imprenta, actualmente es maximizada gracias a las posibilidades de archivo y recuperación inmediatas dadas por el computador. Así, la cultura impresa o informática, al vincular físicamente sus contenidos textuales y facilitar la recuperación global de cualquier clase de organización del pensamiento, optimiza a un nivel nunca soñado tanto la producción de texto, como el dominio del conocimiento acuñado en novelas, textos científicos, históricos, filosóficos, biográficos, legales o explicativos de la literatura, las artes y del lenguaje oral mismo. 4. La lectura moviliza activamente la imaginación creadora El acceso a la literatura constituye una forma privilegiada de utilizar el lenguaje de maneras ricas y creativas, y permite que la persona relacione las palabras y las oraciones a cuadros mentales en su cerebro, potenciados por la emoción. Esta estimulación de la imaginería constituye la base del pensamiento representacional y, por ende, del acto creativo, el que puede expresarse en los niños pequeños, a través de diferentes maneras: gestos y lenguaje corporal, modelado, construcción, dibujo, pintura... La habilidad de la mente para crear cuadros mentales y para generar pensamiento imaginativo se transfiere tanto al pensamiento como a la predicción, recuerdo, entendimiento, composición y creación. El poder de la creatividad reside en estimular más creatividad, y ocurre cuando la propia recepción y producción de los niños los dirige a otras formas de expresión. 5. La lectura estimula la producción de textos La mayoría de los estudios concluyen que la lectura y la escritura están mutuamente conectadas, apoyadas e involucradas de manera fundamental con el pensamiento; que la producción de variados textos mejora la comprensión de la lectura; la lectura conduce a un mejor desempeño escritor y la explícita estimulación de ambas se traduce en su mutuo mejoramiento; y que cuando los estudiantes participan en una variedad de experiencias combinadas de lectura y escritura, desarrollan niveles de pensamiento más altos que cuando cada proceso es practicado en forma aislada. También se ha demostrado que la producción de textos se favorece cuando al lector se le familiariza con distintos géneros literarios, entendiendo por género “una clase o tipo de literatura que tiene en común un conjunto de características”. Por ejemplo, el género narrativo incluye cuentos, novelas, fábulas; el género lírico se refiere preferentemente a la poesía; el dramático incluye el drama y la comedia, entre otros. Es importante hacer notar que las personas, desde su infancia, usan y se basan en la narrativa para expresar su modo primario de pensamiento. Elaborar historias fue uno de los primeros métodos que los humanos usaron para explicar las experiencias y fenómenos desconcertantes, que no podían explicar a través de las observaciones naturales del mundo. La escritura constituye una excelente estrategia de construcción de significados y de método de estudio, gracias a que su componente motor facilita el recuerdo y la recuperación de la información guardada en la memoria. El acto de estudiar con el apoyo de resúmenes, esquemas, apuntes, notas, organizadores gráficos, etc., permite que los contenidos de las asignaturas, al ser estructurados, sean comprendidos y memorizados en forma más permanente. 6. La lectura activa y afina las emociones y la afectividad Los textos narrativos y poéticos, en la medida que muestran las motivaciones y los conflictos de los humanos enfrentando a otros humanos, a ellos mismos, a la adversidad, a la naturaleza o a la incertidumbre, ayudan a tomar conciencia de los propios esfuerzos que hacemos para enfrentar desafíos. También enseñan a apreciarnos como personas y ponen en evidencia la unidad y continuidad de la condición humana, reflejada desde el pasado, en el presente y proyectada hacia el futuro. La lectura de tales textos permite a los estudiantes encontrarse a sí mismos, ponerse en el lugar de otros, valorar las diferencias, solucionar problemas y aprender a explorar opciones para ellos mismos y para la humanidad. Los contenidos de los textos literarios no son procesados en forma neutra. Ellos constituyen una “información estimulante” dado que desencadenan, en la intimidad de cada persona, una serie de emociones más o menos profundas. En gran parte, esta movilización emocional depende de lo que Cencillo (1973) denomina “pasado en retención”, es decir, la trama, las escenas y los personajes que la obra va desenvolviendo ante sus ojos, hacen que el lector active sus propios recuerdos y experiencias asumidas, participe en las tensiones, conflictos y soluciones planteados; encuentre, muchas veces, respuestas a sus propios interrogantes afectivos; se identifique e involucre emocionalmente con uno o más de los personajes; descubra cómo expresar algunos sentimientos que antes no había sido capaz de verbalizar. Dentro de esta perspectiva afectiva, la lectura de obras pertenecientes a la narrativa o a la lírica, se visualiza como una experiencia estética. 7. La lectura determina procesos de pensamiento La cultura letrada, al extender el lenguaje desde el mundo oral auditivo al mundo sensorial de la visión, transforma la comunicación oral y los esquemas cognitivos de las personas. En las culturas orales, la limitación de las palabras sólo a sonidos, en un contacto “cara a cara”, determina modos de expresión y también procesos de pensamiento. El acceso al lenguaje escrito no sólo retroalimenta el escuchar, hablar y producir textos, sino que también modifica las representaciones, la conciencia y la acción. Vista la lectura como determinante de procesos de pensamiento, ella cumple un rol importante en el desarrollo social y cultural de los pueblos. Las personas que viven en sociedades alfabetizadas, y que no leen o son lectores mínimos, no sólo tienden a ser rígidas en sus ideas y acciones, sino que suelen guiar sus vidas por lo que se les trasmite directamente. El hábito de la lectura tiende a formar personas abiertas al mundo, orientadas hacia el futuro, capaces de valorar la planificación y aceptar los principios científicos y tecnológicos emergentes; adquirir conocimientos útiles para mejorar su salud, alimentación, recreación, crianza de los hijos; adaptarse a los cambios sociales y culturales; vivir y trabajar dignamente y desarrollar sus posibilidades de progreso y bienestar, aceptando la consiguiente incertidumbre que eso conlleva. Extracto de El poder de Leer. Profesora Maribel Condemarín. Programa de Mejoramiento de la Calidad de las Escuelas Básicas de Sectores Pobres (P-900). Junio 2001 http://www.diversidadinclusiva.com/wp-content/uploads/2016/02/La-Importancia-de-Leer.pdf |
lunes, 18 de mayo de 2020
Importancia de leer (revisión bibliográfica)
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