Hemos leído desde que comenzamos a darle sentido a las letras en nuestra cabeza, desde la tierna niñez. Leímos obligados y por gusto. Leímos desde textos que eran más dibujos que letras, hasta grandes obras de más de quinientas páginas. Por cierto, estas últimas son mis favoritas, escritos en los que te podrías perder días o semanas, por su extensión, pero resulta que cuando la historia te atrapa, puedes devorarte las páginas en tan solo horas. En fin, volviendo al tema central de este artículo, todas estas obras leídas a lo largo de nuestras vidas, nos han causado diferentes sensaciones y experiencias, algunas nos marcaron, que tan solo recordarlas nos evocan recuerdos hermosos, tristes, nostálgicos. Sentir esa conexión con el arte, es de lo más maravilloso que podrías experimentar.
La lista de libros a los que les he sacado el jugo es muy extensa, solo nombraré los que, pese a todos los años que pasen desde nuestro primer encuentro, aun siguen erizando mi piel.
¿Cuál es mi obra favorita? Quienes me conocen responderán sin pensarlo y al unísono: Harry Potter. Pues están en lo correcto. Harry Potter es la saga que me acompañó durante toda mi vida. Leí el primer libro cuando tenía 10 años, igual que el protagonista, así que a medida que fui leyendo sus aventuras, sentía que iba creciendo junto a él. Para mi yo pre adolescente era un orgullo estar de cumpleaños al día siguiente que Harry (él el 31 de julio y yo el 1 de agosto) ambos eramos del mismo signo zodiacal, teníamos una conexión hasta cósmica. Sus peripecias me acompañaron hasta más allá de mis veinte años, hasta el momento sería casi la mitad de mi vida... toda una historia de amor.
Pero la creación de la fabulosa J.K Rowling no fue la única que me hizo volar. También leí innumerables veces "Patolino", de Víctor Carvajal, contaba la historia de un niño con una imaginación enorme y que vivía soñando, igual que yo. Fue mi compañero muchas veces, cuando no sabía que leer, sabía que mi fiel Patolino no me defraudaría. Aun conservo el libro, con sus páginas gastadas de tanto uso. Otro de los que me acompañó un sin fin de tardes fue Zimbalá, de Patricia Marie D`Avigneau, probablemente fue ella una de mis mayores impulsoras a explorar el inefable e infinito mundo de la escritura.
La Odisea, de Homero, me hizo viajar hasta el inframundo y sentirme toda una heroína. Llevé este libro, por muchos años, en mi mochila.
El niño que leía poemas de Amor (insertar emoji de corazón partido), me hizo estremecer y sufrir, cuando aun no tenía idea del significado del amor y creía que todo podría haberme causado síndrome de Takotsubo. ¿Acaso algún día se puede entender y definir el amor?
El hidalgo Don Quijote, también ha sido uno de mis mayores númenes, en mi adolescencia lo acompañé muchas veces a sus andanzas, junto a su leal Sancho. Cuando comencé a escribir más en serio, Amadis fue mi seudónimo, porque en las historias de las hazañas de este noble caballero, se hace referencia más de cuarenta veces al texto Amadis de Gaula. Fue el libro que hizo que me enamorara de la época medieval, de la que hasta ahora soy una ferviente fan.
Y en cuanto a mi género favorito: el terror y suspenso. Mis referentes, maestros, inspiradores son Stephen King (inspiración para muchos en verdad), mi oscuro H.P Lovecraft y mi "waifu" del mundo literario, mi amado Edgar Allan Poe (Otro de los escritores que mis conocidos nombrarían como mi favorito, si hasta ha sido mi tema de inspiración para crear performances de danza). Estos han sido mis gurú en el área de la literatura oscura. Espero hacerles honor con mis libros de suspenso que vean la luz en un futuro cercano.
Este breve artículo me divirtió y emocionó mucho, ya que es como escribir en mi diario de vida sobre mis viejos amores, los que me hicieron soñar, amar, descubrir, viajar. Los que me acompañaron durante largas horas de lecturas y me animaron a ser lo que ahora intento con gran esfuerzo y trabajo duro... una escritora.
Lean, lean mucho, lean todo lo que puedan, libros viejos, historias cibernéticas, no importa lo que sea, pero no dejen de leer.
La lectura es un viaje que jamás se arrepentirán de hacer.
La lectura es un viaje que jamás se arrepentirán de hacer.
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